
23 Mar Efectos del ruido en el sueño y la salud
El sueño es un proceso muy organizado, con una actividad cerebral específica y variable, además, es absolutamente imprescindible para el normal funcionamiento del organismo y la recuperación tanto física como psíquica. Su alteración por cualquier causa, y específicamente por el ruido, puede afectar de forma notable a la salud.
El ruido no solo puede impedirnos conciliar el sueño o despertarnos, sino que de forma más sutil es capaz de afectar profundamente a la “estructura” del sueño, alterando sus ciclos, etapas y profundidad. El ruido durante el sueño puede provocar diversos efectos en nuestro cuerpo tales como: el aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca, cambios en la respiración, aumento en el movimiento corporal etc. lo cual se traduce en fatiga, puede generar un estado de ánimo depresivo y bajo rendimiento entre otros.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido en los hospitales se ha incrementado de manera incesante en las últimas décadas. Concretamente, los decibelios (dB) registrados durante el día en los hospitales han aumentado de 57 a 72 de media desde 1960, mientras que los ruidos nocturnos han ido creciendo en los últimos 50 años desde 42 a 60 dB.
Esto puede afectar al sueño de las personas hospitalizadas, ralentizar su recuperación y agudizar el dolor, ya que el hecho de dormir poco o mal reduce la respuesta inmunitaria y afecta al cerebro, incrementando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Además, el ruido, al ocasionar dificultades para dormir e interrupciones en los patrones normalizados del sueño puede considerarse como un elemento que provoca el incrementa la prescripción de medicamentos narcóticos y sedantes.
Por otro lado, el ruido es un factor de estrés ambiental. Es decir, puede producir estrés agudo y estrés crónico, mediante la alteración de hormonas como la adrenalina y el cortisol, las cuales al sufrir variaciones pueden afectar psicológicamente. Asimismo, el estrés puede repercutir colateralmente de manera negativa a los sistemas cardiovasculares, endocrino e inmune, por lo que el estrés generado por el ruido nos puede hacer enfermar.
Por si esto fuera poco, el ruido puede generar estrés en el personal sanitario y obstaculiza la comunicación, aumentando el número de deficiencias, errores médicos y accidentes.
En conclusión, el sueño es un factor clave para tener una buena salud tanto física como psicológica y por ello, es necesario protegerse de cualquier perturbación externa, como el ruido, que nos impida descansar adecuadamente, sobre todo si padecemos algún tipo de dolencia.
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