28 Sep Ruido y Prevención de Riesgos Laborales
Muchas personas trabajadoras están sometidas en su puesto laboral a fuentes variadas de ruido. La exposición durante 8 horas al día a ruidos superiores a 85-90 decibelios es potencialmente peligrosa. Al principio el oído es capaz de recuperarse después de unas horas lejos de esos niveles sonoros, pero después de un tiempo (6-12 meses), la recuperación no llega a ser completa y el daño es permanente.
La disminución de la capacidad auditiva es una de las diez primeras causas de patología ocupacional.
La pérdida de audición es la patología más común en personas sometidas a una contaminación acústica excesiva. Esto es una consecuencia de la adaptación del organismo a ruidos excesivos; para evitar los daños físicos o el malestar psicológico que produce el ruido constante, el organismo se habitúa al mismo a costa de perder capacidad auditiva. Pero si no se adopta una medida preventiva adecuada, se puede desarrollar una pérdida permanente de la audición.
Está demostrado que sufrir ruidos superiores a 90 decibelios de forma habitual durante mucho tiempo, produce pérdida de audición. Sonidos menores pero continuados también pueden dañar la salud del oído. Si bien una exposición larga a sonidos de intensidad superior a 90 decibelios puede producir pérdida de audición permanente, la exposición continuada a más de 80 decibelios puede producir los mismos resultados. También pueden producir pérdida de audición exposiciones de más de una cuarto de hora a 100 decibelios y de más de 1 minuto a 110 decibelios.
No hay comentarios